EL SUEÑO QUE REGRESA DEL OLVIDO

En la actualidad, muchos de nosotros sentimos que hemos perdido todo manejo o control sobre nuestros destinos, pero lo que realmente ha sucedido, es que hemos olvidado nuestra capacidad natural para diseñar y construir nuestra individual experiencia. Antes de avanzar, es imprescindible decidir hacia donde nos conviene dirigir nuestra historia, pero además, debemos seleccionar qué herramientas necesitamos alcanzar para ejecutar nuestros objetivos. Por tanto, debemos entender que nuestro destino está construido de dos relatos simultáneos; quienes somos y quienes elegimos ser.  Cada uno de vosotros está ahora recorriendo un camino, un sendero único y exclusivamente vuestro, sin embargo, las personalidades que os acompañan también requieren transitar por sus respectivos senderos, todo ello, para encontrar el sentido y significado a sus particulares experiencias; aquellas vidas pueden modificar nuestras decisiones, y sus decisiones son capaces de influir a través de toda la vida a vuestro alrededor. Por consiguiente, ahora comprendéis que vuestras diversas creencias e interpretaciones están en realidad conectadas y unificadas entre sí, porque estamos unidos dentro de una misma experiencia humana, el vinculo sagrado capaz de enlazar y comprender todos nuestros pensamientos y emociones.

Cuenta una antigua leyenda, que aquellas almas que consagran su corazón y mente hacia la realización de los sueños, son capaces de sanar las heridas de sus pueblos y también logran verdaderos milagros; de hecho, todo aquello que somos y lo que podemos llegar a ser, tuvo su origen dentro de una frágil esperanza o un fugaz anhelo. Lo cierto es que somos un país llenito de ideales e ilusiones, un territorio habitado por artistas, poetas y escritores; almas aventajadas que recorrieron muchísimo antes que nuestras consciencias, abundantes maneras para compartir nuestra verdadera esencia y naturaleza. Fue al intentar entender a dichas mentes iluminadas y transmitir aquella sabiduría, que desde el fondo de mi corazón comenzó a surgir una extraña y maravillosa certeza; la creencia de que si somos más fuertes, ágiles o inteligentes; aquello es porque estamos consagrados a ciertos propósitos divinos; por lo tanto, tenemos el deber de volver a enlazar nuestras múltiples y divergentes consciencias, hacia el crecimiento y la evolución de toda la humanidad. Y así, de aquella mágica forma y manera, se fueron ensamblando cada uno de los motivos y alegrías correspondientes a vuestras particulares historias, para configurar un sueño que comprendiese a cada uno de los anhelos y tesoros del alma humana.

Gracias aquellos generosos actos de humanidad, fue que algunos de nosotros aprendimos a soñar con los ojos abiertos y los miedos dormidos, y de repente, algunas luces de la consciencia universal también comenzaron a contemplar con los ojos del corazón; y observaron a un Chile bondadoso y solidario, en donde cada persona distinguía en la otra al resplandor de su propia existencia. En donde todos los niños tenían un espacio para compartir sus aventuras y aprendizajes; y donde la desesperación y las paranoias, habían sido reemplazadas por la justicia y el desarrollo de toda la vida a nuestro alrededor. Sé que muchos de vosotros hoy compartís el mismo anhelo, soñáis con un territorio en donde cada uno de vosotros tenga un techo y un hogar; anheláis un mundo que entregue a los hombres un trabajo, a los jóvenes un futuro y a los ancianos, comprensión y cuidados. No deseamos seguir siendo oprimidos, pero tampoco pretendemos convertirnos en opresores de nuestras compañeras y hermanos; deseamos  aprovechar lo mejor posible esta experiencia, para sentirnos libres y disfrutar de manera generosa y honesta, hasta el último suspiro.

Los chilenos soñamos con un mejor país, una patria en donde quienes deseen emprender dependan de sus comunidades y no de los especuladores financieros, una comunidad en donde el acceso a la  vivienda, educación o salud; no se convierta en una constante de preocupación y angustia permanente. Exigimos un lugar en donde nunca más se reciban sueldos miserables ni degradantes, por un trabajo que no ofrece tiempo ni espacio para construir nuestras vidas; en definitiva, queremos levantar una comunidad en donde la actividad política, sea una herramienta orientada hacia el bienestar y la felicidad de cada uno de nosotros. Porque vinimos a soñar, pero no sólo vinimos a este mundo a imaginar, sino a hacer de nuestros sueños una verdad.